Desde
mi punto de vista, las familias han sufrido muchos cambios en los últimos años
y como consecuencia, los padres pasan cada vez menos tiempo con sus hijos y por
eso quieren delegar gran parte de la educación de sus hijos a los colegios.
Cuando ambos padres trabajan es más probable que no vigilen ni estén tan
atentos de sus hijos para que estudien como cuando sólo trabaja uno de ellos.
Sin embargo, nuestros padres siempre, sobre todo en los primeros años de
nuestra educación, mientras estudiábamos, nos vigilaban o nos corregían. Por
supuesto, la supervisión de los padres depende la mayoría de las veces de los
resultados educativos de los hijos y esta supervisión disminuye con la edad. En
la adolescencia hay padres que consideran que sus hijos ya no necesitan
supervisión y apoyo, y dejan de vigilarlos.
Aunque
los padres delegan en la escuela la mayor parte de la educación formal de sus
hijos, contribuyen a ésta por otros medios, como por ejemplo: actividades
extraescolares: idiomas, deportes, música. Recursos educativos y culturales:
libros, enciclopedias, colecciones, o con programas educativos, documentales,
informativos. Además, la mayoría de los padres observan la educación de sus
hijos por diversas vías, primero observando los progresos de ellos a través de
las calificaciones de sus asignaturas o manteniendo un contacto personal o
telefónico con el docente.
Los
padres tienen la posibilidad de participar en la comunidad escolar en los
centros públicos o privados concertados y en las asociaciones de padres de
alumnos y otras actividades (AMPA). Sin embargo, desde mi punto de vista aunque
padres y madres piensan que deben tener un papel activo en la educación de sus
hijos, la realidad es que en los centros escolares son meros observadores en
lugar de participantes.
Como
conclusión final, la educación de los jóvenes debe basarse en dos grandes
pilares que siempre tiene que ir de la mano: la educación que reciben en sus
casas mediante su familia y la recibida en el aula por los profesores y sobre
todo esos dos pilares tienen que construir una relación interactiva entre ellos
consiguiendo de esa manera mejor apoyo a los jóvenes.